Esto es una locura primero en casa de Marta, luego en el Hannover por el lado de la Mallorquina, que no tengo ni puta idea de quien es esta tia. Y lo peror de todo es que ¿cómo vamos a mirar nada en el Hannover?, no me direís que ahora teneís poderes para poder ver el futuro en los posos del café. En cualquier caso siempre estará la biblioteca, para recordar tiempos mozos. Por cierto, podiamos haber quedado en el bar de Jesús, y así parecería como en aquellos días en los que había menos dinero pero más tiempo.
En el orden del día no figuran los ponentes, pero espero que no seamos sólo Patricia y yo, porque de momento Juan tiene dentista, y Raquel ensaya su lectura dramatizada. Profas, el futuro de la nación esta en vuestras manos. Patricia si sólo somos nosotros me puedes esponer tu poryecto griego, que no, que es broma.
Hasta lugo, que luego regreso.(esta tonteria es una improvisación, ¿se nota?
Andreu
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1 comentario:
Oye, la Mallorquina es una marca de helados,creo,y un nombre parecido a la calle en sí,es un mensaje cifrado,pero sin cifras.
Se me ocurrió porque me pilla cerca del dentista y cerca de varias agencias...pero es mejor una casa.
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