miércoles, 16 de mayo de 2007

Juego de damas... y algo más.



I


Las amigas empezaron a jugar inocentemente. Silvia se sentía humillada. Acorralada (una píiiiiii como una olla -era su habitual réplica de inconformismo-). Susana gozaba en silencio (de todos es sabido que no es competitiva). El juego la motivaba un extraño placer. Ambas afirmaban indiferencia ante los cambios de normas. Aceptaban las apelaciones de la otra para acto seguido imponer las normas propias.
Movimientos en silencio.
Dos espectadores; la pareja del grupo. Ella una ingeniera atractiva. Él un ingenioso ingeniero. Excluido del juego de damas... aprovechaba el tiempo contemplando con su novia su gps. Planeaban la excursión para el siguiente día. Patricia pensaba que había que tomar decisiones. Planes: Qué ver, a dónde ir, qué comer. Las rutas eran lo más importante... Rutas, rutas...

El empate... con tan solo dos piezas comidas... Pasos en falso... comida por no comer... Aceptación... Desconcierto ante la aparente indiferencia de su contrincante. Movimientos lentos, pero seguros. Juego en diagonal... Cuando... la situación da un giro inesperado... Una de las jugadoras... afirma llevar años sin jugar... Risas nerviosas... Más palabras de lo habitual...
Mueva lo que mueva me cepillas dos seguidas... Y luego tú a mí. ¿Cómo algo tan sencillo podía ocupar tanto interés? Me has jodido. No te creas... Sí, sí, te digo que sí. Una afirmaba que ese movimiento no era el que tenía que hacer... Te tengo que comer. No, si encima parece que sufres... Mientras tanto recordaban viejas técnicas de juego. Se va aprendiendo del juego. Qué cachonda. Murmullos a media voz. Risas. Ejem, ejem. Predominio de negras sobre blancas. La alusión a un jaque mate en damas... La propia forma de hablar.
Necesidad de cambio de juego. Retroceso en dificultad mental. ¡A por el parchís!

II


Los amigos, después de tantos años, seguían pasando juntos las vacaciones. Esta vez, alquilaron una casa rural en Extremadura. Concretamente, en Plasencia. Los años pasaban; ya quedaban lejos los tiempos de instituto, y sin embargo, todo parecía seguir igual. Para algunos, eso era motivo de felicidad; para otros, de hartazgo (¡Qué nooooo!). Se querían. Lo pasaban bien. Pero, algunos habían alcanzado ya lo que querían, mientras otros sentían que ni acababan de empezar.
Ya con sus propios coches -atrás quedaban los autobuses, trenes, y coches alquilados de otras épocas-, llegaron hasta la casa. Entregadas las llaves, y aclaradas las cuestiones relativas a la vivienda (calificada como muy guapa más de ochenta veces por su propietario), quedaba solamente preparar las salidas de los siguientes días (rutas, rutas...).Se murmuron diversas ideas... y para cerrar la noche, tras una cena bañada de vino blanco, dando un toque de madurez, el juego del uno. Había cosas, que como ya adelantaba, no cambianan.

EN LA PRÓXIMA ENTREGA: EL PERRO DE LA CASA DE AL LADO... ATACA. EL MALETERO DE MARTA SE ABRE EN CARRETERA. CHIVI DEJA PASAR EL GATO A LA CASA. DESCUBRIMOS CON QUIEN DUERME JUAN (NO ES PATRI -CHANÁN-) PREPARAMOS LA COMIDA (¿la llevará alguien hasta el coche?)
RACHEL HABLA POR EL MÓVIL DE NUEVO CON ANDREU (ALIAS "EL CONSULTOR"). SUSANA INTERPRETARÁ A TIEMPO REAL EL GPS (Tuerce aquí... ummm... demasiado tarde. No importa.... -y sí importaba-) Y PATRICIA... PREPARARÁ UNA NUEVA RUTA ( ¿Qué os parecería ida y vuelta en el día a Portugal? Bien, ¿no?).

LaOne


Aviso a navegantes: 1)Para evitar malos rollos: Juan duerme con... ¿Spiderman? (motivo tiernísimo de su pijama, si no recuerdo mal). 2)Quiero sentirme parte de este grupo, peeeeeeeeeero, no salgo en las fotos. Esto no sería tan triste, si en el titular no pusiera: foto sin Marta. Y a pesar de todo: Os requetequiero.

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